Cada segundo que vivimos es un momento nuevo y único del universo, un momento que jamás volverá… Y ¿qué es lo que enseñamos a nuestros hijos? Pues, les enseñamos que dos y dos son cuatro, que París es la capital de Francia.¿Cuándo les enseñaremos, además, lo que son?A cada uno de ellos deberíamos decirle: ¿Sabes lo que eres? Eres una maravilla. Eres único. Nunca antes ha habido ningún otro niño como tú. Con tus piernas, con tus brazos, con la habilidad de tus dedos, con tu manera de moverte.Quizá llegues a ser un Shakespeare, un Miguel Ángel, un Beethoven. Tienes todas las capacidades. Sí, eres una maravilla. Y cuando crezcas, ¿serás capaz de hacer daño a otro que sea, como tú, una maravilla?Debes trabajar –como todos debemos trabajar- por hacer el mundo digno de sus hijos.
lunes, 29 de junio de 2009
Pau Casals dijo:
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No sé, me resulta un poco excesivo, yo no veo nada de malo saber que existe París, ni saber que dos más dos son cuatro. Enseñar a quererse a uno mismo es necesario, pero con cuidado de no creerse más que los demás.
ResponderEliminarcreo que no entendiste nada de lo que dice... se refiere al verdadero valor que tiene tu persona y todas las personas, y lo de paris, no somos base de datos, devemos saber que hacemos aqui...y dejar la gran cantidad de distracciones que nos tiran para manipularnos ( tambien se le llama comercio, dinero, comprar, vender...y cuales son tus metas, las misma que todos no??? todos en la misma manipulacion, has un sondeo te puedo asegurar que estan todos en la misma competencia ....
EliminarHola:
ResponderEliminarYo tampoco creo que saber cuales son las capitales del mundo o sumar correctamente sea malo. Mi interpretación no es esa, es más bien que lo realmente importante es enseñar a los niños a creer en sus capacidades, de esa forma se harán niños felices que lograrán cosas maravillosas. Y así, valorándolas, emergerán sus capacidades de crear belleza y hacer feliz a la gente de alrededor.
Creo que incita a que todos nos miremos como seres únicos y miremos a los demás igual, de forma que no habrá discriminación, ni se tratará mal a otros por ser distintos ya que gracias a ser distintos todos somos especiales.