viernes, 18 de septiembre de 2020

Notas sobre el cerebro de la neurocientífica Raquel Marín

 


 

Quiero compartir una excelente entrevista a la divulgadora y neurocientífica Raquel Marín. Me ha encantado. No solo por lo divulgativa que es sino por los temas tan interesantes que trata con gran naturalidad, como son la relación no sólo de los problemas de depresión y ansiedad con la flora intestinal y que el deporte puede ayudar a mejorarla, sino por la relación que ésta microbiota puede tener también con otras enfermedades que no se conoce muy bien su procedencia como son ciertas enfermedades neurológicas. Además afirma que ayunar puede ser muy beneficioso (aunque siempre bajo prescripción médica, por supuesto) y cuenta su caso particular cuando hizo un ayuno de 5 días. La relación de las bacterias intestinales y las hormonas. La tendencia o no a engordar. Los límites de nuestra capacidad mental y nuestro cerebro.

De veras, hoy más que nunca queda claro que la salud empieza en la mesa, que las dietas para adelgazar no son más eficientes quitando la grasa (de hecho hay grasa buena que es necesaria para el comportamiento adecuado de nuestro cuerpo, y el cerebro es grasa y agua). Pero grasas buenas claro. Que el deporte tiene más beneficios que conseguir un cuerpo atlético, que está en nuestras manos, en muchos casos, una mejor vida y salud, sólo cambiando ciertas costumbres y creando nuevos hábitos.

 

https://www.ivoox.com/132-raquel-marin-la-ela-otros-misterios-audios-mp3_rf_52324834_1.html

 

Durante la entrevista se mencionan varias veces los libros divulgativos de la entrevistada.

 


 
 
 
 
 
 
 

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Volviendo a nuestros orígenes, de donde quizás nunca debimos salir. Técnicas de supervivencia.

 

El último superviviente, Aventura en Pelotas...

 

En los últimos tiempos han surgido, con considerable éxito, programas de televisión y tele realidad basados en supervivencia extrema. El primero que he mencionado es protagonizado por Edward Michael Grylls, un exmilitar británico experto en supervivencia.

El segundo, más un reality aunque se pueden aprender alguna cosilla de supervivencia, consiste en una pareja de distinto género que no se conocían hasta el comienzo de la aventura que se prestan a convivir y sobrevivir en una zona fuera de la civilización durante 21 días en algunos casos y 40 días en otros... y sin ropa. Sobre todo, la posible proeza de superar ésta prueba es el compañerismo, la confianza en un desconocido, el buen carácter y superar la vulnerabilidad de estar desnudo y más expuesto a cualquier peligro.

¿Qué tienen de realidad? no lo sé. Obviamente, sobre todo en éste último programa, habrá mucha escena "fabricada" porque seamos sinceros: la selva es muy peligrosa y las indemnizaciones por el fallecimiento de alguien podrían ser la ruina de cualquier productora.

Sin embargo… el éxito y continuidad de éstos programas da fe del creciente amor por la naturaleza, de la necesidad del ser humano de volver a sus orígenes o del aumento del interés por conocer técnicas de supervivencia.

Hay canales en youtube donde se pueden ver técnicas de fabricación de chozas, hornos… 

https://www.youtube.com/channel/UCK1KW9zHk6FeonGz4tVRE9g 

 https://www.youtube.com/channel/UCAL3JXZSzSm8AlZyD3nQdBA/videos

 

Y aficionados a la supervivencia que han aprendido y recopilado las mejores técnicas y ahora las divulgan al público general, como en éste canal de Soy lobo nómada:

O podemos encontrar cursos de técnicas de supervivencia (online y presencial) en la siguiente academia de supervivencia:

https://academiadesupervivencia.com/

 


Honestamente, las técnicas básicas de supervivencia deberían aprenderse en el colegio como asignatura obligatoria, no sólo para no perder éste conocimiento, sino porque la vida nos puede llevar por ciertos derroteros que pueden quedar en simples anécdotas sabiendo unas pocas técnicas.

Además de conveniente es divertido. En un mundo estresado la naturaleza es el mejor recurso gratuito que tiene el hombre para resetear de la angustia de la vida cotidiana y paliar el estrés. Quizás, si conociéramos un poco más la naturaleza de la que somos parte aunque nos hemos alejado de ella, además de aprender a respetarla, la amaríamos más y por tanto cuidaríamos más el planeta y sobre todo dejaríamos de tenerla miedo.